domingo, 13 de abril de 2008

ANIMALITOS ESCONDIDOS

26. EXT. CARRO DE DAVID. DÍA/TARDE.

DAVID conduce, GASTÓN se encuentra a su lado, CAMILO está en la banca trasera. La carretera se ve vacía. DAVID mira por el retrovisor y nota que atrás, a lo lejos, viene un carro.

DAVID:
Hey, hace rato que no veo pasar carros del otro lado.

GASTÓN lo mira y cae en cuenta.

GASTÓN
Es cierto, pero es que hoy es miércoles, supongo que no debería haber mucho tráfico.

DAVID:
La verdad es que no sé.

CORTE A:


27. INT./EXT. CARRO DE DAVID/CARRETERA. MEDIODÍA.

El carro conducido por DAVID es nuevo. SOLEDAD se encuentra al lado de DAVID aunque solo mira por la ventana, tiene su cabeza recostada en la ventana.

DAVID:
Ehmm... ¿Música?

DAVID la mira atento.

DAVID:
Y... ¿qué tal el viaje?

SOLEDAD levanta su cabeza y alza sus lentes hacia su frente y hace un gesto con la boca para liberar la presión de sus oídos.

SOLEDAD:
Bueno.

SOLEDAD vuelve a recostar su cabeza en la ventana, contempla las montañas y el recorrido que se hace al doblar la curva y ver a Medellín.

Suena el tono de un teléfono celular.

DAVID saca el teléfono de su bolsillo, mira el identificador de llamadas y apaga el celular. Mira a SOLEDAD pero esta continúa mirando por la ventana.

DAVID:
La familia de Camilo me culpa por lo que pasó.

SOLEDAD, sin mirarlo, revela una expresión irónica.

SOLEDAD:
(murmura)
Es peor cuando la culpa la siente uno como propia.

DAVID:
¿Qué?

SOLEDAD se sienta recta en su silla y suspira.

SOLEDAD:
Nada.

En la carretera se ve un retén policial. Uno de los policías le hace un gesto con la mano a DAVID para que pare.

FUNDIDO A:


28. EXT. CARRO DE DAVID. DÍA/TARDE.

(La acción es continuada de la escena 26)

Al pasar por una curva ven que hay una fila de carros que obstaculizan el paso. Un bus se encuentra justo en frente de ellos.

GASTÓN:
Bueno, ahí está la respuesta.

CAMILO:
Seguro que hubo un derrumbe.

DAVID trata de mirar más allá por la ventanilla pero el bus le impide. Apaga el carro y espera un rato. Todos comienzan a sentir el sudor húmedo de la zona.

DAVID:
Voy a ver qué pasó.

GASTÓN:
Esperate,... no hay necesidad.

DAVID no baja, cierra de nuevo la puerta, y le hace un gesto despreocupado.

CAMILO:
Demás que no es nada.

GASTÓN saca la cabeza por su ventanilla y alcanza a ver que al fondo parece haber un obstáculo.

Un hombre armado (MURRAPO, 45 años, de piel cetrina y descuidada, corpulento, viste de camuflado y lleva una serie de distintivos cosidos a lo largo de las mangas de su uniforme. A diferencia de las otras personas que lo acompañan, lleva botas militares) está asomándose a uno de los primeros carros.

GASTÓN:
Parece un retén militar.

CAMILO mira por su ventanilla, ve a MURRAPO y a cuatro hombres que lo acompañan y que visten de forma similar.

CAMILO:
¿Será? es que tienen botas distintas.

GASTÓN observa que DAVID asomó la cabeza por su ventanilla, y permanece atento a un punto fijo. Al ver la expresión de asombro que DAVID hace le pregunta.

GASTÓN:
¿Qué estás viendo vos?

DAVID enciende el motor y acciona la reversa. Intenta dar un arrancón, pero a menos de un metro el carro que estaba tras ellos ya los ha alcanzado y obstaculiza la salida.

CAMILO:
¿Qué pasa hermano?

DAVID:
¡Marica, o es la guerrilla, o son los paracos!

GASTÓN los calma a ambos.

GASTÓN:
Tranquilos, no digan nada.

CAMILO:
Hermano, pero es que esto es una pesca.

GASTÓN:
Por eso te digo ¡Callate!

DAVID apaga el carro. Poco a poco se va acercando MURRAPO, el otro HOMBRE ARMADO que lo acompaña se encarga del bus que antecede al carro de DAVID. Se asoma por la ventanilla de GASTÓN.

MURRAPO:
Se bajan del vehículo por favor y me permiten una requisita.

GASTÓN asiente con la cabeza. Lo mismo hace DAVID que en ese momento retira el cinturón de la puerta. CAMILO por el contrario se ve pálido. Comienza a sudar más de lo normal.

MURRAPO:
¿Me colabora me hace el favor?

GASTÓN mira a CAMILO por el rabillo del ojo para indicarle que haga lo que se le pide. CAMILO, con la boca abierta, accede a salir como por un acto reflejo. Los tres son filados frente al carro.

MURRAPO:
Me permiten sus billeteras por favor.

GASTÓN y DAVID buscan en sus bolsillos traseros. Entregan las billeteras. CAMILO mira al piso y mira a los pasajeros del bus que están adelante, todos están filados. MURRAPO se acerca a CAMILO.

MURRAPO:
Señor, me permite su billetera.

CAMILO no es capaz de verlo a la cara, lo mira de reojo, está hiperventilando y su rostro está bañado en sudor.

GASTÓN:
(susurra)
Calmate che.

CAMILO empuja a MURRAPO e intenta correr.

Se escucha un disparo.

CAMILO cae al suelo directamente.

DAVID y GASTÓN miran a MURRAPO frente a ellos y ven que la descarga no ha provenido de su arma, todavía la lleva terciada a la espalda. MURRAPO mira hacia arriba, a la montaña.

GASTÓN y DAVID siguen la mirada de él y se dan cuenta que desde el elevado hay un grupo de HOMBRES fuertemente armados que están apuntando a lo largo del trayecto que abarca el retén.

MURRAPO
¡Eso no era necesario hombre, mucho bruto el que disparó!...
(a GASTÓN y DAVID)
¡Tirense al piso!

MURRAPO llama a un compañero y le pide que los requisen. GASTÓN y DAVID, de cara al suelo, no pueden evitar mirar hacia el cuerpo muerto de CAMILO. El rostro de ambos es impávido.

Sus respiraciones son audibles.

MURRAPO vigila a GASTÓN y a DAVID. Tiene el arma sobre su espalda. Otros dos se acercan y hablan con él. Este coge un transmisor y hace una llamada.

MURRAPO:
¿Comandante?, si mi comandante. Es que acá tenemos a dos señores que tienen equipos de televisión.

Se escucha el crispetear de la respuesta, pero esta resulta inaudible para GASTÓN y DAVID.

MURRAPO:
No mi comandante, aun no los hemos interrogados.

De nuevo se oye el ruido.

MURRAPO:
Muy bien mi comandante.

MURRAPO deja el transmisor, llama a otros dos compañeros y les ordena que saquen los equipos del carro de DAVID. GASTÓN y DAVID continúan boca abajo. MURRAPO se acerca a ellos.

MURRAPO:
¿Ustedes iban para San Carlos?

Sin mirarlo, ambos asienten con la cabeza.

MURRAPO:
Y ¿Qué iban a hacer por allá?

DAVID:
Íbamos a hacer unas tomas del pueblo.

DAVID alcanza a subir la cabeza y ve que la cara de MURRAPO está distraída haciendo unas señas a algunos compañeros que se encuentran detrás de él. GASTÓN logra ver que otros dos HOMBRES ARMADOS arrastran el cuerpo de CAMILO hacia la vera de la carretera.

MURRAPO les pide que se incorporen. GASTÓN y DAVID lo hacen lentamente, se sacuden un poco y esperan a que MURRAPO se dirija a ellos.

MURRAPO:
Miren. El comandante me dijo que los llevara al campamento. ¿Ustedes son de la televisión?

GASTÓN:
No, estamos haciendo una película.

MURRAPO hace un gesto de felicidad que contrasta con la situación.

MURRAPO:
¡Qué bien hombre, a mí me gustan mucho las películas!

GASTÓN y DAVID no saben qué responder.

MURRAPO:
Bueno, el caso es que nos van a tener que acompañar. Por favor tomen sus equipos. No se preocupen de sus cosas que acá los compañeros se las van a llevar, pero si les pido que se lleven sus equipos a la mano... Y rapidito.

DAVID agarra del suelo el maletín de la cámara. GASTÓN se encarga del maletín de la mezcladora de sonido y el micrófono. Cuando ya se preparan para entrar en la montaña pasan cerca al cuerpo de CAMILO. GASTÓN y DAVID lo miran, pero son interrumpidos por MURRAPO.

MURRAPO:
Rapidito ahí... ¿me colabora?

GASTÓN y DAVID comienzan a caminar.

CORTE A:

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