sábado, 5 de febrero de 2011

Literatura

El refugiado, Arnon Grunberg

“Recuerda la discusión con su mujer sobre si serían capaces de matar a alguien. Si podrían hacerlo en caso necesario.
- Mucho me temo que yo no sería capaz de hacerlo – dijo ella-, pero tú quizá sí, pálido, furioso, y después te pondrías enfermo, te pondrías fatal, pero serías capaz de hacerlo. Yo no, y lo lamento, tú tienes el delirio de grandeza que se necesita para hacerlo.
- ¿Qué delirio de grandeza?
- El delirio de grandeza de creer que tienes derecho a vivir. De que eres inmortal.
Beck quiere recordar más, pero tiene que vestirse. Ahora tiene que vivir, ya no puede seguir aplazándolo. Tiene que ir al piso de abajo.”

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