sábado, 15 de agosto de 2009

La luna no es de queso

*

Aprieto mi nariz con mis dedos, cierro los ojos y me sumerjo en el agua, hasta el fondo. ¿Qué canciones existen sobre la muerte? Por más que intente recordarlas no doy con ellas, al menos no canciones que me gusten. Cinco segundos después, de nuevo, estoy en la superficie. Cinco intentos de morirme ahogada. Cinco fracasos.

- Natty, ¿no piensas salir de esa piscina? Llevas más de dos horas allí metida, no has desayunado ni almorzado, me preocupas. – dice Clau, mi mejor amiga, o al menos eso es lo que dice ser ella desde hace unas semanas. En el hospital, cuando ya se habían llevado a Debby y bajé con precaución por las escaleras, Clau se atravesó en mi camino, me compuso el brazo, me lo enyesó y ¡zas!, de repente ya éramos almas gemelas según ella.
- Ya salgo.- le digo.
- “Ya salgo”, es lo único que dices. Me aburren mucho los que siempre están diciendo que van a hacer algo y luego no lo hacen. Natty, no seas así.
- A mí me aburren mucho las personas que esperan algo de mí, luego sus caras de decepción no me las aguanto, son horribles.- susurro.
- ¿Dijiste algo, Natty? … óyeme, ¿podrías ayudarme en algo?- dice Clau.
- No, muérete.- últimamente me he hecho una experta en susurrar, ¿existen concursos sobre el susurro?
- ¿Qué? No te escuché, Natty.
- ¿En qué puedo ayudarte, Clau?
- Con las tiras del bikini. De nuevo no puedo despegármelas de la espalda, me arden.
- Por Dios, Clau, te he dicho mil veces que dejes de usar esas tiras transparentes, son feas e incomodas.
- ¿Si me ayudas?
- No, sé que lo que intentas es hacerme salir de la piscina.

¿Alguna vez tuve “grandes sueños”? si los tuve, cómo era de suponer, terminaron en pesadillas, o cómo mejor se le puede llamar: realidad. Algo que rescato de la realidad:… el sexo. Sexo, sexo, sexo, llevo pensando en eso desde que ya no estás conmigo, Debby. Estabas borracho la primera vez que lo hicimos. Mi primera vez. Fue un desastre. Debby ¿qué habría sido de nosotros si nunca te hubiera dado una segunda oportunidad?, ¿estarías felizmente con otra mujer? …Obvio que sería una mujer fea. Maldita sea, hubiera preferido que ese día en el hospital la Tullida nos matara a los dos, que no te sacrificaras y que nunca me hubiera ayudado Clau a sufrir esta maldita soledad, a estar sin ti. Mis lágrimas ahora hacen parte del agua de la piscina. Debby, me pregunto si te habrán enterrado en algún cementerio, podría averiguar cuál es y podría ir a visitarte. Cuando te visite te voy a llevar flores, aunque nunca supe si te gustaban.

- Natty, ¿de nuevo estás llorando?- me pregunta Clau.
- No, estoy sudando por los ojos, Clau estúpida. – definitivamente ganaría el concurso de susurros. I miss you Debby.

No hay comentarios: