miércoles, 1 de septiembre de 2010

Salvo al principio de este blog fui constante, luego todo se fue al carajo echándole la gran culpa a la aburrición. Reviviendo este sitio:

Algo supuestamente divertido que nunca volveré a hacer, David Foster Wallace

“...me sentí desesperar. La palabra se ha banalizado ahora por el exceso de uso, desesperar, pero es una palabra seria, y la estoy usando en serio. Para mí denota una adición simple: un extraño deseo de muerte combinado con una sensación apabullante de mi propia pequeñez y futilidad que se presenta como miedo a la muerte. Tal vez se parezca a lo que la gente llama terror o angustia. Pero no acaba de ser como esas cosas. Se parece más a querer morirse a fin de evitar la sensación insoportable de darse cuenta de que uno es pequeño, débil, egoísta y de que, sin ninguna duda posible, se va a morir. Es querer tirarse por la borda.”

Y ya sabemos qué fue de Foster Wallace, ¿no?

2 comentarios:

Vilma dijo...

Es una lástima que algunas palabras se banalicen, no tienen todo el peso que deberían. En fin, buena cita risis.

Byron Alaff dijo...

Es verdad, muchas palabras deberían tener el peso que se merecen, lástima su uso constante y mal utilizado y que por lo tanto se desacrediten hasta llegar a hacer parte de por ejemplo tarjetas que se reparten en un cumple años y etc.