sábado, 27 de junio de 2009

Un punto de luz a lo lejos

*

Natalia, al lado derecho, está sentada junto a David, le toma la mano derecha, se sorbe su nariz en el hombro derecho de él y cierra los ojos.

David, impaciente, no para de mirar su reloj de pulso que tiene en el brazo izquierdo; el reloj de oro que heredó de su papá y que a su vez su papá heredó de su abuelo y que a su vez su abuelo heredó de su bisabuelo y que a su vez su bisabuelo heredó de alguien que el mismo asesinó con una pala, golpeándolo múltiples veces en la cabeza cuando ese alguien lo intentó chantajear amenazándolo con qué lo iba a denunciar ante la policía si no le pagaba lo que él le había prometido por desvirgar a su hija de 12 años; la hija que en ese entonces no sabía que iba a ser madre de 6 hijas y 5 hijos. Son las 2:00 am, David se lo hace saber a Natalia. Ella asiente presionando su cabeza contra el brazo de él.

- ¿Todos los suicidas dejan notas de suicida? – pregunta Natalia.
- No todos, pero sí la gran mayoría, yo diría el 99 %. Si no dejan la nota, o tienen un diario escrito en algún lado, o le comentaron algo a un amigo. – Dice David.
- ¿Pero y sí igual no tienen nada de eso y no dejaron la nota? – pregunta Natalia.
- Entonces, en un principio, se puede presumir un homicidio. A veces dejan una nota que hay que descifrar. – dice David.
- ¿Cómo los acertijos que siempre anda resolviendo Indiana Jones? – pregunta Natalia.
- Algo parecido, solo que no te vas a encontrar con una ciudad mitológica perdida, solo te vas a encontrar con miseria humana. La notas casi siempre son culpando a alguien. Alguien siempre tiene que ser el culpable. – Dice David.
- ¿Como en esa película los sospechosos de siempre?
- Me encanta eso de que siempre andes relacionando todo con películas, demuestra lo ligera que puedes llegar a ser.
- Tú siempre me has visto como una cabeza hueca.
- Nadie está libre de culpa.
- Claro, para qué está Dios si no.
- A Dios no lo metas en esto.

Natalia suspira. David resopla. Ella apoya su cabeza en las piernas de él. Él, sin más remedio después de dudarlo mucho, le acaricia el pelo. Ella cierra los ojos. Él de nuevo mira su reloj. Son las 2:30 am.

- Llevamos mucho tiempo aquí sentados. – dice David.
- Lo sé.- dice Natalia.-… No hay ningún santo que haya muerto ahorcado y haya sido beatificado.
- ¿Por qué dices eso? – pregunta David.
- Porque los ahorcados siempre mueren con una erección y siempre eyaculan. Eso a la iglesia no le conviene. – dice Natalia.
- No sigas mencionando a la iglesia, ni a Dios.- dice David un tanto ofuscado.
-La gran mayoría de homicidios entre homosexuales es por estrangulación, y no son homicidios culposos. Mientras uno de los dos está penetrando al otro por el trasero, le aprieta muy fuerte el cuello con las dos manos hasta que el que está siendo penetrado eyacule, pero a veces se les va la mano. El que queda vivo casi siempre queda de manicomio. ¿Cuántos curas habrán muerto así? ¿A cuántos monaguillos no habrán matado así los curas?

David le deja de acariciar el pelo a Natalia y bruscamente hace que ella se levante de sus piernas. Natalia se queda mirándolo fijamente.

- Mierda Natty, ¿por qué me tratas así? Sabes muy bien que casi toda mi familia es devota de la iglesia... y yo también.- dice David, su voz suena ahogada.
- Mierda Debby, ¿y tú por qué me tratas así? Me dijiste que eras un chico rudo y resulta que andabas con un puto revólver de mentiras.- dice Natalia con algo de sorna.
- ¿Sabes qué? ¡Vete a la mierda! Me voy de aquí.- grita David mientras se para abruptamente de la silla y sale de sala de urrgencias. Natalia lo ve irse.

**

David entra en el carro, cierra la puerta, introduce la llave, coloca el cambio en primera, aprieta el embrague con su pie izquierdo, aprieta el acelerador con su pie derecho, le da encendido al carro y arranca. Casi chocando contra otros carros, enciende la radio, lo que se escucha en el momento: Thunder road de Bruce Springsteen.

- ¡Mierda! - dice David golpeando el manubrio del carro.

***

Natalia está sentada en la silla, mira hacia el piso.

- “ The screen door slams Mary's dress waves, Like a vision she dances across the porch, As the radio plays, Roy Orbison singing for the lonely, Hey that's me and I want you only, Don't turn me home again I just can't face myself alone again…"- Natalia canta casi murmurando.

David entra de nuevo en la sala de emergencia y se para delante de ella. Natalia lo mira.

- ¿Te acuerdas cuando nos conocimos?- pregunta David.
- Puede ser.- dice Natalia.
- Desde ese día supe que eras mas lista que yo.

Natalia lo mira fijamente, sin expresión alguna.

2 comentarios:

X. dijo...

esta historia está muy chimbita, este capítulo en especial.
Saludos.

Byron Alaff dijo...

saludos